Mujeres indígenas de México frente a la llamada transición energética

La crisis climática, una de las amenazas globales más urgentes, ha manifestado sus efectos devastadores como las inundaciones por una parte y las extremas sequías por otra y los incendios. Si bien esta crisis afecta a todos los rincones del planeta, su impacto no es igual para todos. Las mujeres indígenas, especialmente aquellas que viven de manera directa de la tierra, se encuentran en una situación de doble vulnerabilidad. No solo son las más afectadas por los efectos del cambio climático, sino que históricamente han sido excluidas de los espacios de toma de decisiones sobre el medio ambiente. Sin embargo, son estas mujeres quienes poseen un conocimiento ancestral invaluable y un rol central en la protección de la biodiversidad y en la implementación de soluciones comunitarias.

La relación de las mujeres indígenas con la tierra es compleja, rica en sabiduría ancestral y profundamente vinculada a sus cosmovisiones culturales, espirituales y económicas. La misma ONU sostiene que los pueblos indígenas son responsables de conservar el 80% de la biodiversidad del planeta. En este contexto, las mujeres indígenas no solo desempeñan el papel de cuidadoras del medio ambiente, sino que también son las principales protectoras de la biodiversidad, cuyas prácticas sostenibles contribuyen a la resiliencia de sus comunidades ante los efectos del cambio climático.

Por tanto, se hace necesario, no solo dominar las alternativas tecnológicas comunitarias, sino entender los discursos y las políticas de lo que se viene perfilando como una transición energética como solución a la crisis climática.

Es por ello que desde RAICES hemos realizado diversas jornadas informativas, de debate y de intercambio de experiencias sobre como se ha abordado esta transición tecnológica. El reto ha sido que las principales guardianas del medio ambiente, las mujeres indígenas, puedan integrase a la creación de las agendas que vienen promoviendo soluciones o salidas a esta crisis

Para lograr una representación efectiva, es esencial promover la participación activa de las mujeres indígenas en la creación de políticas públicas relacionadas con el cambio climático. Para ello se hace necesario integrar los saberes ancestrales que han contribuido a una relación de respeto con los ciclos naturales del agua, protegiendo el medioambiente y la biodiversidad de los ecosistemas.

La transición energética global implica un cambio fundamental en la manera en que producimos, consumimos y gestionamos la energía. Si bien las energías renovables como la solar, la eólica y la hidroeléctrica representan una posible alternativa crucial para mitigar el cambio climático, pero, también, se requiere para ello miles de toneladas de minerales para la fabricación de baterías y otras infraestructuras relacionadas con la energía limpia. Estos y otros temas relacionados se deben entender en las comunidades indígenas, sobre todo, donde se está acelerando el extractivismo.

Las mujeres indígenas, como principales guardianas de los territorios y las culturas ancestrales, juegan un papel fundamental en la preservación de la biodiversidad y los recursos naturales, pero también en la toma de decisiones frente a las soluciones reales. Sin embargo, a menudo están excluidas de los debates y decisiones sobre la transición energética. Los talleres informativos tienen como objetivo visibilizar su papel esencial en este proceso, brindarles conocimientos clave sobre la transición energética y cómo esta podría afectar sus territorios, y fomentar su participación activa en los espacios de toma de decisiones.

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